lunes, 4 de enero de 2021

 

La realidad de los artistas callejeros de La Laguna

El colectivo pasa por uno de sus momentos más duros

     Artistas callejeras protestando contras las restricciones que les impiden actuar

Las calles de La Lagunas, a pesar de las grandes cantidades de personas que se han movido durante estas Navidades para llenar los comercios, los restaurantes o ir a ver las luces; se han sentido huérfanas y lúgubres, pues faltaba uno de los elementos que más las caracterizaban y las dotaban de un ambiente divertido, cálido y familiar. Para ser más conciso y concreto: Ha faltado la alegría que proporcionaba la Asociación de los Artistas Callejeros, la cual está compuesta por alrededor de 200 personas en toda la isla de Tenerife. 

A raíz de las medidas impuestas el 13 de noviembre para frenar la expansión del Covid-19 en Tenerife, los artistas callejeros han visto como sus actuaciones han sido vetadas. El hartazgo del colectivo se hizo manifiesto el 29 de noviembre, cuando tomaron las calles con sus instrumentos para protestar en silencio y sin tocar. Enfado comprensible, dado que llevan sin poder actuar de forma regulada desde el principio de la pandemia

“La cultura ha demostrado con creces que está preparada para desarrollar su actividad sin incidentes” señala el cantautor Emilio Cedrés Hernández, uno de los principales promotores de los permisos para actuar en la calle, los cuales nacieron entre 2012 y 2013, pero que apenas llevan 3 años amparados legalmente. “No entiendo porque aún es atacada con tanta fuerza cuando es una de las pocas actividades que no registra casos de Covid-19 en sus jornadas” se lamenta el músico.

                                Emilio Cedrés durante una actuación con su compañero Simoné

La situación para algunos de los componentes del gremio es bastante peliaguda. Por ilustrarla un poco, pondremos el ejemplo del guitarrista José Julián Maillard López, que lleva tocando en las calles desde hace 5 años y es una de esas personas que ha visto como se le corta la que es prácticamente su única vía de ingresos. “Con las actuaciones ganaba para pagar las deudas de la casa, el transporte, la comida… Básicamente cubrir gastos y, si iba muy bien, comprarle cuerdas a la guitarra” relata el artista.

Otro caso que puede mostrarnos el complicado momento que atraviesa el sector cultural es el de Andrés Cabrera Gil. Este señor es un técnico de sonido autónomo que actúa de forma ocasional en la calle y que, debido a la paralización de las actividades y eventos culturales, se pasó sin percibir ingresos desde el 14 de marzo hasta principios de octubre. “No he tenido problemas financieros porque soy una persona que ahorra. Me acogí a la primera ayuda por cese de actividad, pero el resto del tiempo he vivido gracias a los ahorros” explica el profesional.

                                      José Julián Maillard tocando en las calles de La Laguna

La predisposición por parte de varios sectores del Ayuntamiento de La Laguna en cuanto plantear propuestas para ayudar al colectivo ha sido positiva, aprobando una regulación que entró en vigor a principios de diciembre, después dos años sin que hubiera ninguna. Aún así, la lentitud de los trámites burocráticos y la dureza de las negociaciones han provocado que la difícil situación que sufre unos de los grupos más afectados del sector cultural se alargue.

Pese a la victoria, sigue habiendo disconformidad hacia las restricciones impuestas, así que el gremio presentó unas medidas de acción para garantizar la seguridad de la gente durante las actuaciones: Acordonar la zona para que se cumpla la distancia de seguridad y pedir que se cedan espacios abiertos. Ambas fueron rechazadas. 

Aunque entienden la dificultad que tiene el Ayuntamiento a la hora gestionar estos eventos, señalan que tienen una mano dura y una intransigencia con su sector que no ocurre con otros de la localidad. “A rasgos generales, vemos una diferencia notable entre la permisividad hacia las franquicias y las fechas de gran consumo frente a las trabas que se nos han puesto pese a dar soluciones” explica Elena Saavedra, cantautora y vicepresidenta de la Asociación de Artistas Callejeros. “Aún así seguiremos buscando la forma para poder actuar y respetar el ambiente cívico de las calles” concluyó la cantante.

                                      Elena Saavedra, vicepresidenta de la Asociación de Artistas Callejeros